De vez en cuando a uno le da por ponerse filosófico, si ya sabeis, como en las series de moda,que al final del capítulo siempre les dá por hacer una recapitulación de todo lo que están sintiendo los actores sea cual sea su condición, pero que casualmente en ese capítulo todo tiene conexión con ellos.
A lo que iba, por norma general a todos nos dá el venazo alguna vez tanto en amor, como relaciones personales, en nuestro aspecto o incluso las cosas que tenemos; ¿que es lo que tengo? ¿que me aporta?¿se puede mejorar? ¿podría conseguir algo mejor? ¿cuanto costaría mejorarlo? ¿cuanto me ha costado lo que tengo?
En fin, esas evalucaciones suelen tener una tendencía periódica deacuerdo al valor que le damos a lo que nos rodea, y que normalmente se produce en el momento que llegas a un extremo de satisfacción o de infelicidad, como resultado de ello.... compramos zapatos nuevos, damos un lavado de cara a nuestro coche, nos apuntamos al gimnasio, llamamos a un viejo amigo o incluso, damos una sopresa a nuestra pareja para recordar que no hay vida monótona si hay felicidad, tenemos la suerte de poder modelar nuestras vida a nuestro antojo, porque somos dueños de ella, y en el fondo muchas veces después de intentar mejorar una tras otra las cosas cambiandolas o intentando hacer cambiar a las personas de nuestro alrededor nos damos cuenta que las cosas sencillas bastan para mantenernos felices, siempre estuvieron ahí, y nuca las dimos importancia, pero desde unas zapatillas comodas de andar por casa, que tu pareja se acuerde de comprarte ese desayuno que tanto te gusta, o que tu apañaero s de trabajo siempre puedan guardarte 5 min para tomar un café y charlar con ellos para cambiar el chip, son cosas que siempre están ahi y en el fondo son las que hacen de nuestra vida un lugar agradable.
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